
Hoy, algunos españoles que no se dan por vencidos, gente a la que admiro profundamente, se ponen a vender zapatos de gran calidad y diseño en China, a 200 dólares cada par.

Contra ello, quienes siguieron buscando el horizonte tras la tormenta, están los ilicitanos inconformistas que decidieron dar lo mejor que tenían, su calidad, diseño y experiencia y le ofrecieron a quienes se llevan los recursos con producciones magnánimas lo que no son capaces de hacer, por lo menos no ahora, y recuperar así algo de lo que perdieron con la nueva era y la traslación del eje económico de oeste a este.
Hoy, al igual que hizo Alemania con sus vehículos en constante evolución, España responde con innovación, calidad, investigación y diseño, que no es traduce en otra cosa que valor agregado.

De aquí mi más profunda admiración a quienes no dejan de empujar por sus sueños ya que al final, no hay obstáculo que permanezca frente al trabajo duro y constante.
Gente de provecho, Salud!